Una noche estrellada,
una luz en el cielo,
descendió una niña hasta el balcón,
dentro de mi corazón.
Sangre verde, sangre fría,
era más fuerte que el rey Salomón.
Siempre gritaba, siempre maldecía,
pero en mi interior,
yo siempre la quería.
una luz en el cielo,
descendió una niña hasta el balcón,
dentro de mi corazón.
Sangre verde, sangre fría,
era más fuerte que el rey Salomón.
Siempre gritaba, siempre maldecía,
pero en mi interior,
yo siempre la quería.
No hay comentarios:
Publicar un comentario