3 de enero de 2011

Duele

No quiero seguir viviendo así.
No puedo soportarlo.
Me quedo quieto y no hago nada.
Simplemente dejo pasar el tiempo.
Dentro de mi cuerpo, en mi estómago, en mi corazón, siento una sensación que me pone nervioso.
En ningún momento he dejado de pensar en ti. No puedo.
Si cierro los ojos sigo pensando en ti, si estoy escribiendo sigo pensando en ti, si leo un libro sigo pensando en ti, si escucho música sigo pensando en ti.
Pero luego cuando te veo me bloqueo. Sigo pensando en ti, pero no me acerco ni te hablo.
No sé qué tengo que hacer.
Si tú sabrías todo lo que te quiero.
Me dijiste que necesitabas un tiempo para ordenar unas cosas. No me importa esperar.
Pero cada día que pasa pienso que me alejo cada vez más. Pienso que lo dijiste por decir. Que tú no sientes lo mismo que yo. Y solo me quieres como un amigo.
Aunque vaya a hacerme daño, necesito saber si esto es así. Si estoy sufriendo por un amor que nunca voy a poseer, prefiero saberlo cuanto antes. Porque no quiero sufrir más.
Pero si tengo alguna posibilidad de enamorarte, aunque sea muy pequeña, te esperaré el tiempo que haga falta.

Ahora no pienso con la cabeza, pienso con el corazón. Por eso duele tanto.

En ocasiones me gustaría desaparecer. Me encuentro en un lugar en el que no quiero estar. Pero lo más grave es que tú estás allí, pero no conmigo, aunque me ves. Me pongo más nervioso, tierra trágame.

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