No es fácil. Recorre el camino. Está hecho. Listo para empezar, listo para llegar. Iníciate en este viaje. La sonrisa de tu cara me dará el impulso necesario. Tu mirada serán mis remos. No hay timón en el barco. No hay mapa. Las cartas irán dentro de una botella. Y navegarán por todo el océano. Los `indios´ lo saben, las han visto cruzar el Amazonas. Los textos se reflejan en el agua. Las tristes se hunden. Las de amor acaban planeando. Nada es lo mismo. Todo es igual. Tú siempre desapareces, o cambias de identidad. Te volveré a reconocer. Aunque me quedaría contigo. Ahora. Para siempre. Una noche nublada. Las estrellas no se ven esta noche. Otro día será. ¿Yo también desaparezco? Quizás ni exista. Seguiré soñando. La verdad por delante. Los tontos nunca han sonreído. La felicidad nos persigue. Pero somos nosotros los que nos escondemos de ella. El sol de mañana, lo veré iluminado en tus ojos. Encontremos un día para la locura. Y dejemos que los demás días sean normales. O no. El protector solar en la mochila. Guardado con una foto de ella. Hoja a hoja. Del árbol se sacan los limones. De la tierra las zanahorias. ¿Y de tu piel? Basta con una sonrisa. Basta para no dejar de quererte nunca. Los lugares más bellos del mundo. Allí, donde sentirás tocar la luna. Donde las preocupaciones no existen. Podrás volver al hogar, pero por un momento, la nube en la que te acomodarás, te hará soñar despierto. Capaz de todo. ¿Quién dijo que no podía volar? El hecho da gusto. El camino es infinito. Así es más fácil. La vida sigue.
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