20 de mayo de 2011

La vida sigue (III)

La música del agua. Las gotas de lluvia, las olas del mar, el chorro de una fuente, la corriente de un riachuelo. Salpícame de vida, salpícame de pasión. La humedad de las canciones. Tranquilízate, aún sigue sonando. Apresúrate, para que no desaparezcan las corcheas del río. Mírate al espejo. ¿Te has descubierto, o sigues siendo un fantasma? Tápate con una sábana. El frío entra por las ventanas abiertas. El calor se mantiene. Pero hay que pensar en respirar. ¿Hasta dónde hemos llegado? ¿Hasta dónde llegaremos? Cambia la torre por el puente. Desde la otra orilla, pero no más lejos. En lugar de construir castillos de arena, observa las estrellas. Un paraíso de sentidos. Un infierno de preguntas. Tú aléjate de los malos. Sigue sonriendo. Muéstrate tal como eres. Los espíritus no se ven. El alma sí. Las palabras más claras, las que se encienden en la oscuridad. Las otras, se queman en la hoguera. Lágrimas de llamaradas. Intocable como el fuego. Las montañas acogen historia. Recordemos, sólo esto del pasado. La vida sigue.

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