Con la satisfacción de cumplir un sueño y demostrar que nada es imposible, he estado viajado a pie durante los últimos meses. En total, más de 2.000 kilómetros arrastrando un carrito desde mi hogar en Santullán (Cantabria), hasta Hamburgo (Alemania), donde me encuentro en estos momentos cobijado en casa de un amigo.
Durmiendo, comiendo y duchándome en la calle, me sustenté con un gasto medio de cinco euros al día, principalmente para comida, y financiados gracias a la venta ambulante de fotografías impresas tomadas por mí y a la solidaridad de algunas personas que me ayudaron por el camino.
A continuación añado un mapa aproximado de la ruta que realicé:
De todas formas, el periplo aún no ha concluido. El viaje proseguirá después del invierno.
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